ETMOIDES
Forma parte de la base del cráneo y contribuye a formar parte de las órbitas y de las fosas nasales.
a) Lamina vertical: dividida por la lamina horizontal en dos porciones: superior e inferior.
· Porción superior: Apófisis crista galli, por encima de la lámina horizontal, muy fuerte y resistente, sostiene la pared posterior de los senos frontales
(a) Su base descansa sobre la lámina horizontal y se confunde con ella.
(b) Su vértice presta inserción a la hoz del cerebro.
(c) El borde posterior, delgado, rectilíneo, oblicuamente dirigido de arriba abajo y de delante atrás, corresponde a la gran cisura interhemisférica del cerebro.
(d) El borde anterior, más grueso y casi vertical se articula con el frontal y completa comúnmente el agujero ciego de ese hueso.
· Porción inferior: constituida por la lámina perpendicular del etmoides. Contribuye a separar una de otra las fosas nasales y ofrece en sus dos caras una serie de pequeños canales donde se alojan los vasos y nervios destinados a la mucosa olfatoria.
b) Lámina horizontal: cuadrilátera, más prolongada de delante atrás que en sentido transversal. La apófisis cristi galli la divide en dos mitades, una derecha y otra izquierda.
· Canales olfatorios: excavaciones transversales de la lámina horizontal; sirven de receptáculo, en sus ¾ anteriores a los bulbos olfatorios.
En los dos citados canales, la lámina está llena de agujeros, por lo que recibe el nombre de lamina cribosa del etmoides. Se admite generalmente que se disponen en tres hileras: externa, interna y media. Observados con la lente se ve que los grandes y medianos agujeros son más bien fositas, cuyo fondo, lleno de diminutos agujeros, constituye una verdadera criba secundaria. Son siempre menos numerosos en el cuarto posterior de los canales.
Los dos agujeros que ocupan la extremidad anterior de la serie merecen mención especial:
· El interno o hendidura etmoidal, aplicado inmediatamente contra la pared anterior de la apófisis cristi galli, tiene la forma de una hendidura muy estrecha de dirección anteroposterior. Está ocupada por una prolongación de la duramadre.
· El externo o agujero etmoidal anterior: está situado por fuera del precedente; da paso al nervio nasal interno. Y a la arteria que le acompaña.
· Surco etmoidal: une frecuentemente este último agujero con el conducto orbitario interno anterior.
c) Masas laterales: situadas por fuera de la línea media, entre la fosa nasal, que está por dentro, y la cavidad orbitaria, que se halla por fuera. Tienen la forma de un cubo aplanado en sentido transversal.
· Cara externa: forma parte de la órbita y se la conoce con el nombre de lámina papirácea o hueso plano del etmoides. Se articula por arriba con el frontal, por abajo con el maxilar superior, por delante con el unguis y por detrás con el esfenoides y el palatino.
· Cara interna: forma la mayor parte de la pared interna de las fosas nasales. De esta cara se desprenden dos láminas muy delgadas, que se dirigen hacia abajo y adentro, las cuales se arrollan más o menos sobre sí mismas, se las designa con el nombre de cornetes o conchas.
(1) Cornete superior o cornete de Morgagni: más pequeño que el medio.
(2) Cornete medio.
Cada uno de los dos cornetes intercepta, entre su cara externa y la pared del etmoides de donde arrancan, un espacio llamado meato:
(3) Meato superior: en su parte superior se ven una o muchas aberturas que comunican con el grupo de las células etmoidales posteriores.
(4) Meato medio: aquí se abren las células etmoidales anteriores y los senos frontales, que desembocan en la parte anterior y superior.
· Cara superior: situada casi a nivel y por fuera de la lámina cribosa. Presenta en toda su extensión, semicélulas muy irregulares que completan las semiceldillas correspondientes del frontal. Ofrece:
(1) Dos canales transversales: que unidos con los análogos situados a cada lado de la escotadura etmoidal del frontal constituyen dos conductos, son los conductos etmoidales o conductos orbitarios internos, distinguidos en anterior y posterior.
(2) Infundíbulo: situado a cada lado de la apófisis cristi galli, de la cual está separado por la lámina cribosa. Tiene forma de embudo (ancha en su abertura superior y se estrecha a medida que desciende). Se halla cubierto por arriba por la abertura del seno frontal, a la que continúa.
(3) Canal del infundíbulo: canal que sigue la abertura del infundíbulo en el meato medio por un orificio redondo u ovalado.
· Cara inferior:
(1) Borde inferior del cornete medio.
(2) Meato medio
(3) Superficie rugosa, que articula con el maxilar superior.
(4) Apófisis unciforme: lámina ósea muy delgada, que arranca de la parte anterior del meato medio, dirigiéndose de delante atrás a lo largo del mismo; por su extremidad inferior, más o menos retorcida hacia afuera, desciende hasta el cornete inferior, para articular con la apófisis etmoidal del mismo.
· Cara anterior: presenta cavidades o semiceldillas, que son completadas por delante por el hueso unguis.
· Cara posterior: se articula con el cuerpo del esfenoides y con la apófisis orbitaria del palatino. Se encuentran, además, una o dos semiceldillas que se completan por las células correspondientes del esfenoides.
d) Conformación interior, celdillas etmoidales: el etmoides está casi exclusivamente formado por tejido compacto. El tejido óseo forma laminillas muy delgadas que circunscriben un sistema de cavidades conocidas como celdillas etmoidales, cuyo conjunto constituye el laberinto etmoidal. Estas células pueden dividirse en dos grupos: anterior y posterior. Las células anteriores vienen a abrirse todas en el meato medio. Las posteriores se abren en el meato posterior. Estas cavidades están tapizadas, como todos los senos, en estado fresco, por una prolongación de la mucosa pituitaria.
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